Inseguridad social...

...Con el cambio de estación ( y no voy a hablar precisamente de la RENFE) llegan otros cambios, como por ejemplo el climático, si señor, el frío.

El frío llega, pero nunca llega solo, le acompaña su fiel amiga:la gripe.

Después de la larga espera en una sala de cualquier centro hospitalario, sentada en esas sillas atornilladas (no vaya a ser que te la lleves) en filas de A-4, y oyendo ruidos, onomatopeyas y demás cacofonías de la gente que aligual que tu se está esperando, es allí donde me entran unas ganas terribles de hacerme donante. ¡¡¡Pero donante de nervios!!!.

Tanto rato esperando a que tu nombe sea dicho por megafonía ( que apenas se entiende y siempre se levantan más de uno igual que si celebraran un gol y al final lo falla y te vuelves a sentar..) cuando por fin lo dicen y te visita el mèdico.

Suerte que la visita es más rápida que Ian Thorpe en los 100mts libres, pues mientras me estoy desatando las bambas ya me está escribiendo la receta...

Luego más cola en el mostrador para pedir el justificante para la empresa, pero no os penseis que ésto acaba aquí, no señor, ahora ¡¡a la farmacia!!.

Cuando llegas a la farmacia sueles ir detrás de 347 personas, las cuales tienen una media de edad de 83,4 años, toman el mismo medicamento y encima no pagan. Y digo yo: Ya que esta buena gente no tiene nada que hacer, ¿¿por qué no te dejan pasar???Ni lo sueñes...

Seguramente toda esta gente van a misa, así que práctico sería que cuando vayan, ya que toman lo mismo, ¿¿por qué el cura no les da la ostia y la pastilla de la presión?? Así ahorraríamos mucho tiempo todos...

Pues eso, mientras te esperas en la farmácia vas escaneando la zona, miras la cola, la gente, todo lo que tienen puesto meticulosamente en las estanterías y en algunos stands publicitários hasta que algo capta tu atención. Sí señor, has visto condones u otra cosa que te ha venido a la memória que te iría bien.

Sueles desmarcarte de la cola para ir a ver de cerca lo que ha captado tu atención, pero sólo cuando se trata de la cosa que te iria bien, puesto que si te acercas a los condones....toda la cola se va girando de manera sincronizada como si de un entrenamiento de Gemma Mengual se tratara...

Tu turno. Das la receta y mientras con su parsimoniosa actitud el farmacéutico o auxiliar te atiende aprovechas para dar el último vistazo antes de pirarte.

Desistes, pagas y te vas.

Llegas al curro y entregas el justificante donde pone que tenias visita a las 8 y son las 7 de la tarde!!!!

Viendo esto quiero pillar la gripe aviar...¡¡en la vida he visto cola de pollos en el veterinario!!....

Para el año que viene uno de mis propósitos es donar mi cuerpo a la ciencia, para que hagan supositórios, así podré seguir dando por culo hasta después de muerta.

Besos contagiosos.

L'aura.