diumenge, 25 d’octubre del 2009

Hasta la campanilla...

...Como dijo Fito: Todo lo que no aprendí, nunca se me ha olvidado. Encambio lo que aprendo, a veces, se me olvida.
Quizá el próximo 28 de diciembre lo vea en concierto en el inocente ombligo del país, y digo quizá porque poco me atrevo ya a decir las palabras "seguro" y "nunca".
De todos es oído el : Nunca digas de éste agua no beberé, pues aún así, parece que nos volvemos sordos con el tiempo o quizá nuestra razón tendria que ser detenida por omisión de socorro.
Cuando algo toca la parte más íntima de tu lengua sientes el sabor más amargo y automáticamente decides usar sólo la punta para degustar lo más dulce.
Digo "decides" pero pocas veces se memoriza.
Sigues bebiendo de la misma agua aunque te la sirvan en jarras con filtro. Bebes pensando que quizá así, esta vez no amargue pero lo que en realidad importa es que nunca dejes de tener sed. No puedes sobrevivir sin beber lo quieras o no.
Somos un 70% de agua y debemos mantener el equilibrio aunque la postura duela.
Tampoco estoy insinuando que se deje de beber alcohol, no es esa precisamente mi intención, de todos es sabido que el alcohol cura (así de sanos estamos todos...)es más: Diós, como Don Simon, ¡convirtió el agua en vino!
Sólo pienso que Peter Pan es un macarra que siempre intenta (y consigue) llevársela al huerto.




Nunca jamás dejeis que os congelen.
L'aura.