Miss Cojones...

...Después de las fiestas navideñas, no sólo se cambia de fecha el calendario, la ropa parece como si adquiriera vida própia y se rebotara contigo no dejándote entrar en ella...
No hace falta que te mates introduciendo alguna contraseña en la etiqueta, no te engañes, los atracones navideños tienen sobornado el antivirus de nuestro cuerpo.

En el día de hoy, he podido vivir en primera persona esos efectos post-navideños.
Una chica, aparentemente delgada de estatura más bien bajita, se ha apresurado a escoger ella misma unos pantalones de ski rojos, antes de que yo le digera : Suelta eso que es talla junior...
La he mirado, me ha mirado...nos lo hemos dicho todo con la mirada..nuestro diálogo visual ha sido el siguiente:

Ella (con mirada desafiante): Como me digas que ésto no me cabe...¡te la lío parda!
Yo (con sonrisa de cabrona) : ¡ Como quepas en estos pantalones te los pago !

Con los pantalones aferrados como si fuera Gollum con su tesoro, se ha metido en el probador, ha corrido la cortina tan rápido que me ha sonado a portazo. Las mujeres podemos ser tan cabronas entre nosotras que me he dado el gusto de esperarla fuera con los brazos cruzados, no quería perderme la salida...eso prometía unas risas que me hacían mucha falta...

Cuando ha salido llevaba el anorak puesto y no he podido apreciar el resultado hasta que se ha girado...UF! los bolsillos estaban con la lengua fuera y las cremalleras sacaban pancartas al aire con el mensaje de SOS...

Llegó el momento de pagar, ella con el rostro serio, amoratándose por momentos por la falta de respiración, me ha ofrecido su tarjeta de crédito y su carnet de identidad, yo mientras manteniendo una batalla interior entre reírme en su cara o preguntarle dónde se había comprado el corsete o simplemente decirle : No veas como te ha tocado el Sol en las piernas guapa...

Después de estos días tan sumamente agotadores que he vivido, hoy tenia ganas de provocar, provocar lo qué fuera, risas, llantos, piques, amor, guerra, paz, lo qué fuera pero necesitaba quemar mis últimos cartuchos del fin de semana, y esta pobre chica, me lo estaba poniendo más fácil que el mecanismo de una libreta...

Cuando ha salido por la puerta, no he podido contener esa risa entre maligna y de admiración...

Por sorpresa, a los pocos (poquísimos) minutos, ha vuelto a aparecer por la tienda. De primero he pensado que querría otros ( para tener "quita y pon" ) pero no, venia a cambiarlos porque se le habían roto...suerte ha tenido que ha sido la cremallera de la bragueta ( su pobre pechina no pudo resistir tanta presión fuera del mar )...

Aunque podáis pensar que soy una mala persona, por el hecho de reírme de ésta pobre chica, nunca hago las cosas porque sí, todo, absolutamente todo tiene su explicación, y me juego el cuello a que todos os habéis quedado con el mensaje de competencia femenina, pero no, apartaos un poquito para entender con perspectiva la situación real: Las mujeres, cuando nos proponemos algo, lo hacemos, no nos importa el sufrimiento que conlleva, no nos importa tener que volver a pasar por la misma situación, no nos importa porque así lo hemos decidido y porque somos absolutamente responsables de nuestros actos salgan bién o mal.
Con un hombre todo hubiera sido más senzillo, a no ser, que fuera su mujer quién le escogiera la talla....No os confundáis sexo opuesto, vosotros podéis llevar los pantalones, pero ellas deciden cuáles, cómo y cuando.

Moraleja : Nunca le digas a una mujer, en éstos pantalones no vas a caber.

Besos XXL.
L'aura.