Antiguamente, cuando los semáforos aún eran en blanco y negro, no pasaban éstas cosas. La gente se divertía jugando en la calle, paseando, leyendo, escribiendo, follando...¡¡eso si que era comunicación!!
Hipocresia comunicativa: En casa de antena, cuchara de USB...
Recuerdo que solía sentarme en el sofà después de encender la tele y elegir uno de los tres canales existentes, y que daba palo levantarse para cambiar de canal, tanto que ¿quién no ha ingeniado algún artilúgio casero para llegar del sofá al televisor sin levantarse?
Ahora, ese ingenio, esa creatividad han desaparecido, no nos hace falta. Ahora sólo te las ingenias para sobornar al resto de okupantes del sofá para que te dejen ver el canal que quieres y casi nunca lo consigues, siempre son mayoría, igual que el número de gilipollas...
Antes los índices de natalidad eran indirectamente proporcionales al número de televisores por casa, y no veas cuántos bebés suponía el resultado y con ello cuanta pasta en hospitales, colegios y deportes extra escolares.
Los humanos aprenden rápido (cuando quieren) y encontraron la fórmula (sin contar el reparto de condones en las escuelas)para evitar otro baby boom : televisiones con más canales, con un único mando, y consolas para evitar la matrícula del fútbol del niño.
Teoría : contra más canales, menos sexo.
Práctica :por lógica, el día que hay apagón tendrías que aprovechar el tiempo "haciendo cosas pendientes", pero tampoco, la gente se cabrea, se grita, discuten y se acuestan por separado.
Mola tener tele porque la enciendes cuando quieres, mola tener el mando porque eliges lo que quieres ver, mola tener distintos canales para comparar, mola tener la pantalla plana porque te ahorras una pasta en sujetadores, mola tener sofá para elegir la posición que más te guste, mola elegir si quieres reír, llorar, sufrir o desear, me mola colocar la antena donde quiero, me mola recibir la señal.
No sé vosotros, pero no quiero llegar a vieja y contarle a mis nietos el capítulo nº211.108 de Vendelplà...

Abrazos a la comba y en plena calle.
L'aura.